Desde la cordillera Andino patagonica al Alto Mijares de ruta por Valencia
Hoy salimos de nuestro entorno rural para realizar una travesía bicicletera y dicharachera con nuestros amiguitos-as de Valencia. Salimos del alto Mijares con el retraso habitual de los cambios del orario y llegamos al parque de cabecera en Mislata donde el grupo se completaría. hinchamos ruedas y partimos de entre la multitud, es sorprendente ver cuantas personas viven en Valencia, lo bueno es que la ciudad cuente con el trazado del río Turia antiguo de los romanos, así que felicidades al Ex-alcalde Ricart Perez Casado y su equipo de gobierno por la iniciativa.
Esta expedición del Alto Mijares es mas por celebrar la primavera, las personas que nos reunimos somos un poco lo que esta ocurriendo, unos de aquí y otras de allá.
Nuestra primera parada fue para coordinar la visita a la Olibereta, uno de los lugres que quedan sin arrasar por la vorágine constructora de la ciudad y su constructora ( La Dama de Rojo). Este lugar lo visitamos como ofrenda a los lugares que nos vieron nacer las hurtas siempre fueron la identidad cultural de Valencia y no el hormigón sea gris o Blanco ni veo como los nuevos palacios del despilfarro y las futuras brocas de rascacielos en la salida al Mare Nostrum. Alli en aquella isla urbanística pudimos disfrutar de un poco de esencia huertana.
Salimos buscando el mar por los caminos antiguos, esta vez por el de las Moreras (tal vez podrían poner alguna así seguiría teniendo sentido el nombre ¿No? ) Cruzamos hacia Nazaret por el puente junto a la Iglesia y nos adentramos por entre las casas antiguas sus acequias, percibimos claramente su olorcito hasta entrar a la población, bordeamos el núcleo pues no encontramos ningún trazado ciclo-turista hasta que entremos por el puente.
Nos colamos en el puerto y vimos los restos de la regata, la verdad que parecía mas agradable o mas real el que no hubiesen tantas personas salimos poco a poco hacia la malvarrosa el objetivo era llegar al final de la playa a por un cafelito junto al Camino de Vera.
Nuevamente uno podía darse cuenta de la mucha gente que vive en la ciudad, la avenida estaba al completa, así que para poder salir hacia a por el premio cafetero, optamos por salir por los lados.
El final del recorrido ¿premio! hasta teníamos sitio para nuestro grupo.
Ese fue el principio del fin de nuestro día, la tarde caía irremediablemente hacia nosotros, así mismo y como para que no nos quedara la menor duda, en el horizonte, comenzó a moverse un tremendo nubarrón, entre morado y flecos rojizos, el aire se volvió aun mas frió y las ráfagas de viento con mayor fuerza, así que partimos nuevamente hacia la cabecera del rio Turia tratando de acortar tiempo a la tormenta, esta vez por la Avenida de los Naranjos y sus carriles bici, hasta llegar a la altura del jardín de los Viveros, enlazando con el recorrido del jardín del río Turia, nuestro recorrido madre.
Poco a poco y sintiendo en el trasero el roce de los pantalones con el sillín, despues de un día entero de ruta por las alternativos caminos de la citi, regresamos a nuestros vehículos en busca de un mas que merecido descanso. Nuestra pequeña e internacional embajada rural creemos pues que hemos disfrutado de la citi Valencia.